Lunes 24 de Agosto, el Tribunal Superior Adminsitrativo conocerá sobre el pleito (ver http://ht.ly/RfOGX ) del ruido criminal, que afecta la tranquilidad de los munícipes que viven en la zona residencial de LA Esperilla, mediante la música del Anfiteatro Nuryn Sanlley, construido sin consultar a los vecinos de la zona.
El litigio lo presenta la comunicadora y abogada Yolanda Martinez.
“Todo mundo sabe que ellos – el Ayuntamiento del Distrito Nacional - están violando la ley. Todo eso es una gran violación de la ley (...) Este sector – La Esperilla - aparte de ser un sector residencial, es un área de tranquilidad descrita por la ley, por la norma medioambiental y además es un área de quietud para la preservación del hábitat. Si la tomamos por el área de tranquilidad, desde 40 decibelios ya está fuera de la norma de la ley, pero si la tomamos de la zona de quietud, ¿tú sabes lo que dice la ley?, que está prohibida toda emisión a través de equipos musicales en horarios nocturnos, de 7:00 de la noche a 7:00 de la mañana", se quejó Martínez.
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| Dizque tickets para "El Pueblo" |
Algunos pronunciamientos descalifican, diciendo que se trata de "oligarcas" que no quieren que los pobres tengan un lugar para escuchar buena música. No tienen en cuenta que los tickets no son para "el pueblo" por su elevado costo, ni los que viven en esa zona son "oligarcas". (denota una ignorancia brutal del significado de esa palabra).
Se pide, simplemente, que el Ayuntamiento del Distrito Cumpla con LA LEY.
Roberto Salcedo, quien a pesar de su popularidad se ha comportado muchas veces con fuerza avasallante y poco democrática, a quien hubo que pedirle durante años la reconstrucción del parque Maria de Hostos, ahora se enquista en actitudes egocéntricas, no escucha a nadie, y su capacidad de dialogo es 0.
El primero de los caminos es "la justicia". Con las pruebas acumuladas que pose Martinez, entregadas por munícipes del lugar, harán la justicia haga que la Alcaldía cierre inmediatamente el abusivo lugar.
Grupos de apoyo en las Redes Sociales prometen alternativas como el boicot cibernético a los cantantes y sus representantes a nivel mundial, con envíos masivos de mensajes inundando Internet, incluida la prensa especializada, convirtiendo el Anfiteatro en un local indeseable para los artistas internacionales.
Que se haga justicia.
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