"La libertad de cambiar el dial" y ¿la responsabilidad del medio?

Escuchar para analizar y debatir es nuestro derecho

Me aconseja "una estación de radio" que las críticas se curan "cambiando el dial", dejando de escuchar mi programa preferido en la mañanas porque simplemente no me gusta, como a cientos o miles de sus escuchas, los ataques que algunos de sus colaboradores hace todos los días contra los verdaderos amigos latinoamericanos.

Es cierto, estoy en la entera libertad de cambiar el dial, ellos en transmitir opiniones que van en contra del sentir de sus escuchas y peor, no debatirlas, pues el "pecado" no está en dejar hablar sino en asumir, en no debatir, en tomar una opinión como válida, no importa que agreda a la conciencia y el sentir de los oyentes que se encantan de tan buen programa.



¡Qué lástima de posición!, elefantes en una cristalería, tendré la libertad de no cambiar el dial para seguirme deleitando de comentarios y opiniones acertadas y casi siempre en coincidencia pero también tendré la libertad de usar los medios al alcance para denunciar los que usan la radio y la TV, sea cuales sean, para mentir sobre las realidades y los actores que las ejecutan.

Al final, cualquiera también tiene la libertad de no leerme.