Telefónicas, que se hable con nombre y apellidos

Erase una vez tres empresa que operaban en la República Dominicana en el año 2000, Centenial, Orange y Codetel.......

La primera vendió y mutó hacia Viva, que aun con planes competitivos no ha logrado calar en el pueblo dominicano como deberia, resistente a mudarse por más cantos de sirenas y combos saboreados en la era blackberry.

Viva quedó ahí, Codetel era adquirida por Verizon que luego vendió no solo los negocios que tenia en Dominicana sino también en Puerto Rico y Venezuela, por lo que contrariamente a analistas del patio no se puede ver como problemas en la República Dominicana sino en un cambio de estrategia de Verizon (casa matriz) de concentrarse en sus negocios en América del Norte y no fuera de esas frontera.

Orange se mantuvo estable y creciendo y ahora amenaza también con vender, cansado de dar buenos servicios pero irrespetando a sus cliente que tienen que esperar muchos minutos como robots para hablar con sus representantes, luego de mutar sus centros de soporte técnico de un país a otro...ahora quiere también vender.

Y Claro llega de manos del hombre más rico del mundo comprando a Verizon, sosteniendo la gran confusión de los usuarios de correos electrónicos de Codetel, Claro o Verizon, pero destrozando el buen servicio y provocando que los clientes tengan que esperar durante días y días por órdenes simples de servicios, no mostrando nada de eficiencia para ser la empresa que es y demostrando que el dinero no compra todo, que no porque seas grande y famoso eres bueno, muchos de los clientes de Codetel se mudaron a Tricom y a Orange y eso lo dicen todas les estadísticas, sobre todo la de telefonía residencial, el éxodo fue muy significativo.

Y ahora, Tricom, nuevamente, pasa de un dueño a otro pues no es la primera vez que esta empresa cambia de manos.

Qué tiene que ver que las empresas adquirientes sean pequeñas, que sean empresas en expansión, cuando los grandes no han hecho más que maltratar al usuario, descalificarlo, maltratar e irrespetar su tiempo, que tiene que ver, si son empresas pequeñas y además, honestas, pues bienvenidas.