Ha pasado desde ser un excelente periodista y comunicador con una voz y un conocimiento privilegiado a alagar a terroristas como Pepe Hernandez y Posada Carriles.
Miedo a perder trabajo, claro, sabe que la "picada" en ZOL en República Dominicana no se la van a quitar por ahora, donde se muestra una cara que nada tiene que ver con la que muestra en Miami, donde ha mutado de derecha a supergusano, en momentos donde los disidentes cubanos están en desbandada, devenidos turistas al mundo entero y donde las voces contra CUBA se escuchan cada vez menos, en una exmigracion cubana que cada día es menos hostil a su país de origen y por ende, a sus proceso político y económico.
Los disidentes de CUBA han creado una nueva modalidad de turismo, El DISIDENTUR, con todos los gastos pagos.
Da pena este periodista en su ocaso, los hombres no se miden por su pasado sino en cómo terminan y tanto talento que todavía tiene lo va vertiendo en los más reacio de los opositores a la revolucion cubana, volviéndose simplemente uno más del montón y un ranking por el piso.
Mientras, en la emisora ZOL lo llaman Don, esperemos que no sea por saber que sus nuevos amigos son aquellos que acompañaban a la mafia que muestran en el filme "El Padrino II", pura mafia de la peor calaña que habitaba en la CUBA que hoy este periodista aupa.
Es claro que Pedro Sevcec apuesta al caballo perdedor, pero al que le garantiza el billete, de tonto no tiene un pelo, mirándose en el espejo de Carlos Alberto Montaner ha sacado la misma conclusión que el primero disidente cubano Bofill cuando se le pregunto por qué lo hacia dijo: "Vivir de eso chico, vivir de eso".
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