Los Palmeros están muertos, igual que todos los demás que derramaron su sangre por nuestra patria pero hoy, los debates se centran en quien traicionó a quien y hasta la inteligencia cubana que albergó y ayudo a entrenar esos valientes hoy queda en entredicho y casi traidora le dicen.
Las encuestas señalan que la población dominicana rechaza la izquierda, pero así mismo se considera "Chavista" y admiran a Fidel Castro y su Revolución, por lo que en conclusiones lógicas se resume que se rechaza "esta izquierda", parte de ella recogida por el PLD y desideologizada, mientras que la otra, llena de contradicciones y fisuras, se entretiene en acusarse mutuamente y en acodarse que cada uno de tienen ego.
En las pasadas elecciones hubo intentos en unir a los grupos emergentes pero que va, imposible, cada cual se cree cercano a la ultima coca cola del desierto y los que tuvieron la gallardía de tratar de doblegar su liderazgo por el bien común, quedaron relegados en una olla de grillos.
Es cierto que sobran hombres valerosos entre las filas de la izquierda dominicana, es también verdad que toda una generación fue destruida por Balaguer, ¿pero qué le pasa a los actuales izqueirdistas que no son capaces a veces ni de darse la mano y de darse cuenta que hoy más que nunca América los necesita?.
República Dominicana y posiblemente algún que otro país de Centro América son los únicos que no se montan en el tren de los movimientos transformadores de sociedades y si depende de lo que se aprecia hoy, rememorando rencillas viejas y guardadas, se quedará rezagado mientras que la política local los siga arropando y dejándoles, entre todos, el 1% de los votos.
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