Donde todo se convierte en política, las buenas obras, como las grandes ciudades que se construyen y la alfabetización, pospuesta por tantos gobiernos de tantos colores, asi como la electrificación de comunidades remotas mediante métodos alternativos, se encuentra entre los grandes logros del actual gobierno.
Aun cuando en educación están desaprobados. El precio de los libros de textos dejados en mafias de oligarquías enquistadas en la sociedad, así como un cúmulo de imperfectos y criticables prioridades, que incluye la posposición de la calidad de la enseñanza priorizando los bloques y cemento, forman parte de un presupuesto que no está muy claro, al menos para quien escribe.
En el tema ambiental igualmente no solo están desaprobados, sino en negativo.
Indotel dejó que Tricom estafara al pueblo dominicano, millones de dólares sin tomar medidas, mancha bochornosa de corrupción favoreciendo a las corporaciones, que manchan duramente la ejecutoria actual.
Si además, todas las distribuidoras funcionan como EdeEste, apagando melaganariamente a sus clientes, y un sistema bancario donde somos nada, estamos mal.
Sin embargo, todas estas barbaridades sociales acumuladas, que deben escaparse de las propuesta de la oposición pues estuvieron ahí y tampoco hicieron nada, contrasta con lo que en términos de bellas obras se realiza en el área de la alfabetización y la electrificación.
Las bellas obras nunca crean primeros titulares.
No hay nada, nada que cambie la sensacion de ver un ser humano cuando escribe al fin su nombre, o cuando un niño ve por primera vez la televisión.
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